...::(R)El mundo desde la perspectiba de mi gigante(R)::...

Desde mi terraza miro a ese gran gigante,
ese que durante mi corta infancia tanto me impresionó,
ese que para mi es un diamante,
y que ante la lluvia y el sol, nunca se derrumbó.

Luce el sol,
pero yo solo quiero ver al cielo llover,
para contemplar de nuevo su gran esplendor,
como se sobrepone a sus enemigos sin ningún temor.

Y hoy,
un día cualquiera,
vuelvo a admirar como el ser humano a cambiado,
como no sigue las reglas de la naturaleza,
que esta les da a las cosas belleza,
y las personas se las arrebatamos.

Y compruebo como a un ser vivo que habita en la natura,
sigue unas pautas
cuando tiene que nacer, nace,
cuando tiene que alimentarse, come y bebe,
cuando tiene que reproducirse, continua su especie,
cuando tiene que morir, muere.
La naturaleza da a todos su justa medida,
mientras que las personas la contradecimos
sufrimos porque queremos,
queremos porque sufrimos.

A veces pienso,
¿Porqué no simplemente seguir nuestros instintos y olvidarnos de la civilización?
Viviríamos quizás todos mejor,
sin consciencia,
sin intentar buscar la perfección.

Y vuelvo al mundo real,
y sigo contemplando mi gigante de pequeñas hojas,
al que tanto cariño y respeto tengo,
cuando su vida acabe, se acabará,
y nada más.
¿Qué quedará de él?
Solo el recuerdo de esta niña que jamás lo olvidará.
Por que tras este corto periodo al que llamamos vida,
no queda nada.
Solo queda el recuerdo de aquellos que nos recordarán,
y nada más.